martes, 30 de junio de 2009
Dale una bofetada de mi parte
viernes, 26 de junio de 2009
Es un tema muy atrevido, aunque muy artístico
miércoles, 24 de junio de 2009
¿Qué planes tienes para el verano?
martes, 23 de junio de 2009
Espera empezar la nueva ópera en verano
lunes, 22 de junio de 2009
La mujer austriaca
domingo, 21 de junio de 2009
El ataque de la maldita ramera española
3 mayo 1907
Acabo de llegar. He visto a Ricordi. Me he puesto a la defensiva para protegerme del ataque de la maldita ramera española*. ¡Cuánto me gustó veros a ti y a David en Como! Pero eso también es ahora algo del pasado. Estoy bastante triste, querida Sybil. ¡Cómo envidio tu carácter, y sobre todo, tu equilibrio físico y moral! Dale recuerdos al querido y amable Tosti y ditto ditto David.
¡Pobre Vini! Me escribió una carta encantadora y yo –que soy un vago asqueroso- no le he contestado y además he perdido su dirección. Lo pierdo todo – incluso La Duquesa de Padua.
* Se refiere, una vez más, a La femme et le pantin.
viernes, 19 de junio de 2009
Giulio Ricordi insiste
miércoles, 17 de junio de 2009
Espera recibir The Girl of the Golden West
martes, 16 de junio de 2009
He abandonado la idea de Conchita
lunes, 15 de junio de 2009
Louys está furioso
domingo, 14 de junio de 2009
Tendrá que cambiar de trabajo
viernes, 12 de junio de 2009
Con los nervios hechos trizas
Se recupera del desconcierto
jueves, 11 de junio de 2009
Manon en Nueva York: Caruso estuvo impresionante
miércoles, 10 de junio de 2009
En barco, hacia Nueva York
martes, 9 de junio de 2009
Un retrato muy gobinghi
lunes, 8 de junio de 2009
Cuando Sybil estaba en París, la historia era muy distinta
domingo, 7 de junio de 2009
Es un plasta
jueves, 4 de junio de 2009
Siempre habla de ella
2 enero 1907
Acabo de recibir tu telegrama. ¿Qué tal cruzaste el canal? Todavía veo la drapeau* ondeando en la Plaza Vendôme y pienso en ti. Ahora que ya sé que estás segura en tu casa, recibida con todos los honores, estoy contento.
Sin ti, somos como gente perdida; siempre estamos hablando de ti, querida Sybil, y por la mañana nos pareció que venías a hacernos una pequeña visita. La habitación estaba demasiado tranquila... sin ti. Anoche, como mendigos vagabundos, cenamos en un bar italiano, después fuimos de paseo por las pequeñas calles de París y, ya cansados, nos metimos en la cama antes de las once. Hoy, una comida aburrida (¡por el libreto!) en Madame X - estamos contando las horas antes de marcharnos: París me aburre tanto como a ti. En cuanto a Madame Carré, con sus vanos intentos, parece una mujer que quiere estar enferma, pero no puede: ¡pobre Butterfly!
* Bandera; en francés en el original.
** Se refiere a Alfredo Angeli, uno de sus grandes amigos en Londres.