martes, 22 de septiembre de 2009

A Antonio Bettolacci: que Dios te conserve eternamente joven


(Torre del Lago)

16 marzo 1909

Marcho ahora para Milán. Habría ido a saludar a la Signorina Sula y a ti, pero el viento no me ha dado confianza. Estoy mejor, pero no totalmente recuperado. Piensa en el lago. Vuelvo dentro de 7 u 8 días.

Adiós; te saludo, oh eterno joven, y que Dios te conserve así por otros cuarenta años.

Si mi salud lo permite, pronto retomaré mi trabajo


(Torre del Lago)

15 marzo 1909

Todavía estoy en cama, pero voy a levantarme esta tarde. No es verdad lo que le contaron a Bertha. Me refiero a lo de que Doria tomó arsénico hace años porque le pillé en falta. Debería haberme enterado antes de ahora. Pero no importa. Es una de las típicas mentiras que se cuentan para ocultar la verdad.

Tengo que ir a Milán dentro de dos o tres días y me quedaré en un hotel. Te escribiré para que sepas mi dirección. Sólo me quedaré el tiempo necesario para presenciar los ensayos de Manon. Estoy menos triste y creo que si mi salud lo permite, pronto retomaré mi trabajo olvidado, pero no sé si me quedaré en Torre. Es verdad que Elvira no puede venir, así que por ese lado, tendré paz. ¿Pero puedo resistir la soledad? Veremos. Si no fuera por mi trabajo, debería ir a algún lugar cerca de ti, pero no puedo trabajar en un hotel.

Elvira está muy mal


(Torre del Lago)

10 marzo 1909

He estado en cama con gripe los últimos cuatro días, pero hoy me siento un poco mejor. Dos hermanas mías me están cuidando. Tonio estuvo aquí, pero ha ido a Milán porque Elvira no está bien y regresa mañana. Me dice que Elvira está muy mal. Lo siento por ella, pero mejorará. Sigo firme en mi propuesta de separación. No será una separación permanente, pero por ahora debe someterse a este castigo.

Lloro de desesperación

(Torre del Lago)

6 marzo 1909
Ya no puedo trabajar. ¡Me siento muy triste y desanimado! Mis noches son horribles. Lloro de desesperación. Tengo siempre ante mis ojos la visión de la pobre víctima. No puedo quitármela de la cabeza. Es un tormento continuo. El destino de la pobre chica fue demasiado cruel. Se mató porque no puedo soportar más las incesantes calumnias que llegaban a oídos de su madre y sus conocidos. Elvira dijo que la había sorprendido en el acto: ¡las mentiras más infames! Desafío a cualquiera a que diga que alguna vez me vio siquiera hacer siquiera la más inocente caricia a Doria. Fue muy perseguida y prefirió morir. Y su fuerza y su valor eran grandes. ¡Si Elvira tiene algo de corazón, tiene que sentir remordimientos!
Perdóname si estoy siempre volviendo sobre el mismo tema.

Sólo quiero morir


(Torre del Lago)

3 marzo 1909

Estoy en cama con algo de gripe. Mi esposa está en Milán y Tonio está aquí conmigo. Estoy muy triste. Soy incapaz de trabajar y quizás no vuelva a hacerlo jamás. Creo que mi vida está terminada, acabada. Sólo quiero morir. ¡Qué cosas más horribles han ocurrido! ¡Qué barbaridades se han cometido! Elvira también merece compasión porque el fallo principal no fue suyo.

domingo, 20 de septiembre de 2009

Tengo tantas cosas horribles que contarte que no quiero confiar al papel...


(Capalbio, Maremma Toscana)

22 febrero 1909

Mañana vuelvo a Torre. He enviado a los niños de una de mis hermanas a que abran la casa y se quedarán unos días porque no quiero estar solo.

La separación de Elvira todavía no es definitiva. Espero noticias en cualquier momento. Y la denuncia no ha sido retirada. Espero que el juicio se posponga, aunque sólo sea para que la prensa deje de escribir sobre este terrible asunto. El recuerdo de la tragedia todavía me domina, pero mi ánimo está un poco mejor, aunque mi salud todavía tiene que recuperarse. Si me vieras, te parecería más viejo. ¡Quién sabe, quizás vaya a Niza a verte! Quizás; depende de cómo encuentro Torre y si puedo empezar de nuevo con The Girl. Si pudiera centrarme otra vez en mi trabajo, no me convendría moverme, aunque me gustaría mucho verte. Siento que hablar con una amiga tan buena y sincera como tú me haría bien y me daría el mayor alivio. Tengo tantas cosas horribles que contarte que no quiero confiar al papel...

Adiós, querida Sybil. Seguro que habrás visto a Tosti. Estuvo conmigo en los días de mi desgracia y él y Bertha fueron muy buenos conmigo. Estoy profundamente agradecido a nuestros queridos y mutuos amigos por la ayuda que me dieron en Roma. Díselo. Au revoir, querida Sybil. ¡Qué mundo más brutal es éste y qué vida más desgraciada vivimos!

sábado, 19 de septiembre de 2009

He pasado los días más trágicos de mi vida


(Hotel Quirinal, Roma)


6 febrero 1909


Es una historia larga y demasiado triste para contarla ahora. Te resumiré los hechos someramente.


Elvira siguió persiguiendo a la pobre chica, impidiéndola que diese siquiera un paseo y contando historias sobre ella por todo el pueblo - a su madre, sus parientes, el cura y todo el mundo. Mis amigos y familiares y yo mismo le pedimos que lo dejara y se calmase, pero no escuchó a nadie. Hice las paces con ella y le pedí que se olvidara del pasado y se contentara con que la chica ya no estaba en la casa. Prometió que lo haría; pero esa misma tarde la encontré escondida, vestida con mi ropa, espiándome. No dije nada y al día siguiente me fui a Roma.


Se suponía que Elvira iría a Milán; en cambio, se quedó tres días más en Torre, hizo y dijo todo lo que pudo a su madre, repitiéndole que su hija era una ... y que solíamos vernos al atardecer. Le dijo a uno de los tíos de Doria que su propia nieta solía llevar y traernos cartas; se encontró a Doria en la calle y la insultó públicamente delante de más gente. Su hermano me escribió enfurecido diciéndome que le gustaría matarme porque era el amante de su hermana y que mi mujer también lo había dicho. En una palabra, la pobre Doria, enfrentada a un infierno en su propia casa y a la deshonra fuera, y con los insultos de Doria resonando aún en sus oídos, en un momento de desesperación, ingirió tres pastillas de sublimado corrosivo y murió después de cinco días de agonía atroz.


Puedes imaginar lo que ocurrió en Torre; Elvira se marchó a Milán al día siguiente del envenenamiento. Todo el mundo estaba en mi contra, pero más aún en contra de Elvira. Se llevó a cabo un examen médico por orden de la autoridad en presencia de testigos y se halló que era virgen y la opinión pública se volvió totalmente en contra de Elvira. Hay otros detalles dolorosos que voy a omitir.


La situación ahora es que puedo volver a Torre y volveré. Pero la familia de Doria va a emprender acciones contra Elvira por difamación. Estamos estudiando si podemos detenerlo, pero no estoy participando directamente en las negociaciones. En cualquier caso, Elvira nunca podrá volver a Torre... O la lincharían.


He pasado los días más trágicos de mi vida. Ahora estoy mejor, pero siento mucha rabia al pensar en todas las barbaridades cometidas.


Adiós, querida. Me acuerdo mucho de ti. Si me marcho, te enviaré un telegrama.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Soy un hombre herido - y quizás uno que nunca se recupere


(Roma, Hotel Quirinal)

31 enero 1909

Todavía estoy aquí y me quedaré hasta que acaben las gestiones para separarme de Elvira. Veo mucho a Tosti, que me anima un poco en la pena que estoy pasando. Estoy un poco más tranquilo y mi salud no está mal.

Además del acuerdo con Elvira, parece que hay más desgracias: la familia de la pobre Doria quieren emprender acciones contra mi esposa como responsable directa de su suicidio. Puede ser en parte verdad; pero en parte no lo es y es justo decirlo. No voy a contarte exactamente lo que sucedió; sería demasiado largo y tedioso contarte toda la historia.

La acción que pueden emprender contra mi esposa puede tener serias consecuencias para ella y, moralmente, también para mí. Que Dios conceda éxito a los amigos que se están ocupando del asunto y que disuadan a la familia de presentar una denuncia.

Mi estado de ánimo, pese a que estoy en un periodo de relativa calma, es deplorable, triste y penoso. Soy un hombre herido - y quizás uno que nunca se recupere.

lunes, 7 de septiembre de 2009

La pobre desgraciada ha muerto esta mañana


(Hotel Quirinal, Roma)

28 enero 1909

La pobre desgraciada ha muerto esta mañana. No puedes imaginarte el estado en que me encuentro. Tosti y Bertha están conmigo y están haciendo todo lo que pueden por consolarme. Es el final de todo, querida. He escrito a Ricordi para aclarar las cosas de Elvira, pero no quiero tener nada que ver con ella, nada. Compadécete de mí; estoy completamente roto.

sábado, 5 de septiembre de 2009

El final de todo



(Roma)

27 enero 1909
Estoy sumido en una profunda desesperación y mi posición está irremediablemente arruinada. Doria se ha envenenado con sublimado corrosivo y de un momento a otro espero noticias de su muerte. ¡Puedes imaginar mi estado! Estoy acabado. La familia de la pobre chica va a emprender acciones contra Elvira; es el final de mi vida familiar, el final de Torre del Lago; el final de todo. No sé qué hacer. La vida me cansa y se ha vuelto una carga intolerable. Es imposible prever las consecuencias de esta espantosa tragedia; si Doria muere -y seguro que morirá, si es que no ha muerto en el momento en que te escribo; anoche me dijeron que prácticamente no había ninguna esperanza.
Tosti y Bertha están aquí y me consuelan un poco; pero ¿de qué sirve? Querida Sybil, ¡qué desgraciado soy! Compadécete de mí, tú, que me conoces tan bien y que eres una verdadera amiga. Adiós, adiós, no sé qué hacer. ¿Quedarme o marcharme? Pero ¿a dónde? ¡Oh, Dios! ¡Qué desgracia más terrible!
Estoy en el Hotel Quirinal. Adiós, mi cabeza no deja de dar vueltas.

No quiero vivir más


(Torre del Lago)

4 enero 1909

Sigo inmerso en la mayor infelicidad. Si supieras las cosas que mi esposa ha estado haciendo y cómo ha estado espiándome. Es una tremenda tortura y estoy pasando los días más tristes de toda mi vida. Me gustaría contártelo todo, pero no quiero torturarme más. Basta con que te diga que no quiero vivir más. Desde luego, no con ella. Irme lejos y comenzar una nueva vida; respirar el aire libremente y librarme de esta prisión que me está matando... Elvira sigue hablando de marcharse, pero no se va. No me importaría quedarme solo aquí; podría trabajar y cazar; pero si me voy, ¿a dónde me voy? ¿Y cómo pasaría el tiempo, yo, que me he acostumbrado a las comodidades de mi casa? En resumen, ¡mi vida es un martirio! Estoy trabajando, sí, pero no como desearía.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Me falta valor para marcharme


(Torre del Lago)

20 diciembre 1908

Hoy puedo escribir con un poco más de libertad porque Elvira ha ido a Lucca a ver a su madre, que está enferma. Es una vida espantosa, horrible: lo suficiente para llevar a uno al suicidio.

Continúo mi trabajo, pero tan lentamente que me pregunto si alguna vez lo acabaré. ¡Quizás yo acabe antes! En cuanto al 'affair Doria', Elvira no ceja en su persecución; ha ido a ver al cura para que hable con su madre y está haciendo todo lo que puede para echarla del pueblo. He visto a la chica una o dos veces a escondidas y sólo con verla uno se echa a llorar. Para colmo, está muy delicada. Mi alma se rebela contra toda esta brutalidad ¡Y tengo que vivir en medio de todo esto! Si no hubiera sido por mi trabajo, que me mantiene aquí, me habría ido, y quizás para siempre. Pero me falta el valor para hacerlo, como sabes. Además, tampoco estoy bien. Todos estos disgustos tienen que dejar huella y mi trabajo sufre especialmente. ¿Cómo puede uno mantener la cabeza despejada y esperar que llegue la inspiración? Es imposible. ¡Imposible! Sólo puedo continuar, esperando lo mejor y que las cosas vuelvan a tranquilizarse.

martes, 1 de septiembre de 2009

A su cuñado Beppe Razzi: necesita un portarretratos



(Torre del Lago)


5 noviembre 1908

Querido Beppe,
Cómprame un portarretratos para una fotografía de rey, con la corona real encima. Son de cristal con marco dorado (formato salón). Es para el retrato que me ha mandado la Reina de Inglaterra. Adiós. Gracias.

Sólo consigo dorimir con ayuda de veronal


(Hotel Regina, Milán)


30 octubre 1908


Sigo aquí. Espero ver a Tonio esta tarde.


Estoy algo -de hecho bastante- preocupado por mi pobre Minnie*. La he abandonado demasiado. Pero llegará el día en que me entregaré absolutamente a ella. Aunque signifique sacrificar mi descanso nocturno. Por el momento sólo consigo dormir con ayuda de veronal y mi cara está completamente moteada como un winchester.


* Se refiere al personaje protagonista de La fanciulla del West.