(Capalbio, Maremma Toscana)
22 febrero 1909
Mañana vuelvo a Torre. He enviado a los niños de una de mis hermanas a que abran la casa y se quedarán unos días porque no quiero estar solo.
La separación de Elvira todavía no es definitiva. Espero noticias en cualquier momento. Y la denuncia no ha sido retirada. Espero que el juicio se posponga, aunque sólo sea para que la prensa deje de escribir sobre este terrible asunto. El recuerdo de la tragedia todavía me domina, pero mi ánimo está un poco mejor, aunque mi salud todavía tiene que recuperarse. Si me vieras, te parecería más viejo. ¡Quién sabe, quizás vaya a Niza a verte! Quizás; depende de cómo encuentro Torre y si puedo empezar de nuevo con The Girl. Si pudiera centrarme otra vez en mi trabajo, no me convendría moverme, aunque me gustaría mucho verte. Siento que hablar con una amiga tan buena y sincera como tú me haría bien y me daría el mayor alivio. Tengo tantas cosas horribles que contarte que no quiero confiar al papel...
Adiós, querida Sybil. Seguro que habrás visto a Tosti. Estuvo conmigo en los días de mi desgracia y él y Bertha fueron muy buenos conmigo. Estoy profundamente agradecido a nuestros queridos y mutuos amigos por la ayuda que me dieron en Roma. Díselo. Au revoir, querida Sybil. ¡Qué mundo más brutal es éste y qué vida más desgraciada vivimos!
Cartas conmovedoras, me encanta este estilo... un abrazo
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